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Cuando GPA decidió dar un paso, hacia una marca que se alineara con su idea de negocio, ya había comenzado como empresa. Pero sabía que una marca estratégica, daría fuerza a su desarrollo como organización.
GPA es el ejemplo perfecto de empresa con avance desde un producto mínimo viable. Al comprobar que en su pequeña localidad, existían muchas empresas de perfil rural, que necesitaban optimizar la administración de documentación, diseñaron un servicio cercano y de confianza, que diera una solución a medida para cada cliente. Su valor diferencial, fue desarrollar trabajos administrativos el tiempo que la empresa necesitara y en sus propias instalaciones. Con esta idea clara y adaptada a necesidades concretas, GPA creció de forma continua, gracias al espíritu práctico y colaborativo de su fundador.
Desde el inicio, la idea de marca debía rotar en torno a un mensaje de utilidad, reconocimiento y cercanía. Había que huir de apariencias organizativas complejas y comunicaciones fingidas. La transparencia fue la elección consciente, para diseñar una marca basada en el verdadero ser de la empresa. GPA es administración transparente.
Inspirados en esta idea de marca, la identidad se basó en desvestir tópicos de la idea de gestoría, y huir de comunicaciones distantes y complejas. Para ello, se mantuvo la definición de empresa —Trabajos Administrativos— y se guiaron los servicios por una arquitectura basada en las personas. Desde un tono de comunicación, claro y directo, se diseñaron mensajes sin oratoria, con un lenguaje personal, cercano, práctico y simpático. La marca gráfica y los elementos visuales, permitían múltiples combinaciones que jugaban con los caracteres del teclado. Y La paleta de color imitó los rotuladores de marcación, propios de trabajos con documentos, inspirados en la idea de transparencia, claridad y simpatía de la marca. La tipografía, propia de los sistemas informáticos, mostraba un carácter claro, rotundo y amable.
El sistema gráfico se desarrolló para combinar todos los elementos, dando protagonismo a los textos, y para ofrecer distinción con un sector, de marcas serias y distantes.
En GP{A} se diseñó una marca realmente diferente y relevante para su público. Cercanía, funcionalidad y buen tono, fueron los ingredientes para conseguir una gestoría distinta, que lograba mostrar la verdadera esencia que se descubrió desde el principio: una administración transparente.
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Trabajo:
GPA es el ejemplo perfecto de empresa con avance desde un producto mínimo viable. Al comprobar que en su pequeña localidad, existían muchas empresas de perfil rural, que necesitaban optimizar la administración de documentación, diseñaron un servicio cercano y de confianza, que diera una solución a medida para cada cliente. Su valor diferencial, fue desarrollar trabajos administrativos el tiempo que la empresa necesitara y en sus propias instalaciones. Con esta idea clara y adaptada a necesidades concretas, GPA creció de forma continua, gracias al espíritu práctico y colaborativo de su fundador.
Desde el inicio, la idea de marca debía rotar en torno a un mensaje de utilidad, reconocimiento y cercanía. Había que huir de apariencias organizativas complejas y comunicaciones fingidas. La transparencia fue la elección consciente, para diseñar una marca basada en el verdadero ser de la empresa. GPA es administración transparente.
Inspirados en esta idea de marca, la identidad se basó en desvestir tópicos de la idea de gestoría, y huir de comunicaciones distantes y complejas. Para ello, se mantuvo la definición de empresa —Trabajos Administrativos— y se guiaron los servicios por una arquitectura basada en las personas. Desde un tono de comunicación, claro y directo, se diseñaron mensajes sin oratoria, con un lenguaje personal, cercano, práctico y simpático. La marca gráfica y los elementos visuales, permitían múltiples combinaciones que jugaban con los caracteres del teclado. Y La paleta de color imitó los rotuladores de marcación, propios de trabajos con documentos, inspirados en la idea de transparencia, claridad y simpatía de la marca. La tipografía, propia de los sistemas informáticos, mostraba un carácter claro, rotundo y amable.
El sistema gráfico se desarrolló para combinar todos los elementos, dando protagonismo a los textos, y para ofrecer distinción con un sector, de marcas serias y distantes.
En GP{A} se diseñó una marca realmente diferente y relevante para su público. Cercanía, funcionalidad y buen tono, fueron los ingredientes para conseguir una gestoría distinta, que lograba mostrar la verdadera esencia que se descubrió desde el principio: una administración transparente.
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Trabajo:
- Marca
- Diseño corporativo
-
Comunicación
-
Web